domingo, 16 de febrero de 2014

Versos para captar al pueblo

José Luis Torrego, en la redacción de El Norte. / A. Tanarro

 

Decía Pablo Neruda en la Oda a la Crítica que la poesía debe nacer sin concesiones estéticas pero tan llena de sentir que el pueblo la quiera hacer suya. Esa reflexión es la que inspira a José Luis Torrego, autor de 'Levantas los párpados y amanece' (Ediciones Vitruvio), quien defiende que «todo el mundo lleva dentro el germen de la poesía, a pesar de que actualmente la gente está muy alejada de ella».

Este profesor segoviano, que da clases de Inglés y Alemán en el colegio Maristas de Madrid y que colabora en la Escuela Universitaria Cardenal Cisneros de Alcalá de Henares, lleva vendidos desde febrero más de 300 ejemplares de la que constituye su primera publicación hasta el momento. Se trata de una recopilación de poemas amatorios. Es un libro, dice Torrego, «reposado, sincero, sentido, no pensado para publicarse, que provoca reminiscencias y que a la gente le despierta algo que ya han sentido». El objetivo suyo más íntimo es lograr aficionar a la poesía a sus lectores. Dice que ya lo ha conseguido con algunos de ellos y que ese logro es lo que mayor satisfacción le ha proporcionado con esta publicación.

Torrego tiene claro por qué eligió esta orientación para su poemario. «La poesía no es como la novela. Uno se propone escribir una novela, se pone tres horas al día y cuenta una historia. Yo entiendo que la poesía te rapta y te hace que la escribas. A mí lo que me inspira es la poesía amatoria, aunque tengo algún poema que no es de este tipo. La poesía tiene que ser sobre lo que te conmueve y lo que más conmueve en este género son los sentimientos, los abismos y los éxtasis del amor», argumenta este segoviano.

Una de las poesías incluidas en la obra versa precisamente sobre su ciudad de nacimiento y con ella ha conseguido despertar en algunos de sus lectores –pues así se lo han comentado– la sensación de encontrarse en Segovia gracias a la lectura de sus versos.

Enseñanza

Esa identificación con la poesía en general es más difícil de encontrar en los colegios porque, opina, prevalecen más los datos que la esencia de los autores. «Son más importantes los años de nacimiento o los títulos de las obras que leer un poema y analizarlo para entender la esencia de ese escritor», afirma. Considera que esa circunstancia es perjudicial para acercar la poesía a los más jóvenes: «Eso tira para atrás. Si para ti Salinas es el tío del que me tuve que aprender dos folios, lo odias. En cambio si lo lees, es otra cosa, pero no se hace».

Pedro Salinas, poeta de la Generación del 27, es uno de los referentes de este autor segoviano. En sus creaciones se ha dejado guiar por «la búsqueda de Salinas de la claridad en los laberintos del tú y el yo», la transformación de la poesía como destreza «en un desnudarse humano» que protagonizó Garcilaso de la Vega, o la distinción realizada por Gustavo Adolfo Bécquer «entre poesía adorno y la que nace en el espíritu».

 

 

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